Un fuerte escándalo sacude a la comunidad religiosa de Deán Funes, Córdoba, tras la viralización de un video que expone a un sacerdote local en una situación que fue calificada como “comportamiento inapropiado”. A raíz del material, que comenzó a circular por WhatsApp y luego se difundió en redes sociales, la Iglesia inició una investigación interna, mientras que el colegio en el que oficiaba misas el sacerdote decidió apartarlo de sus funciones.
El protagonista del video es el padre Sergio Romero, con más de 27 años de trayectoria sacerdotal y reconocido en la comunidad por su labor en obras de caridad, comedores comunitarios y programas de formación laboral. Sin embargo, su imagen se vio abruptamente comprometida luego de que un camionero lo filmara en un intercambio que desató la polémica.
Según se observa en el video, grabado desde el interior de un camión detenido en la banquina frente a una estación de servicio, un hombre –que luego sería identificado como Romero– se acerca al vehículo, abre la puerta del acompañante y le hace una oferta sexual directa al conductor. Ante la negativa del camionero, el sacerdote simplemente se retira deseándole “buen viaje” y regresa a su automóvil, estacionado unos metros adelante.
El video rápidamente se viralizó dentro de los grupos de WhatsApp locales y generó una fuerte repercusión pública, especialmente una vez que se identificó al sacerdote. La indignación y sorpresa fueron tales que el Instituto Presbítero Sagrado Corazón, donde Romero celebraba misa y desarrollaba otras tareas pastorales, resolvió suspenderlo de sus funciones de manera preventiva según publicó Infobae.
Desde la institución educativa emitieron un comunicado en el que expresaron: “Es una situación compleja y sensible que nos afecta como Iglesia y comunidad toda, que nos genera tristeza y confusión. Mientras se esclarezca esta situación, el sacerdote no prestará su servicio en nuestro colegio”.
Por su parte, la Prelatura de Deán Funes, a cargo del obispo Enrique Eguía, también se manifestó al respecto a través de un comunicado oficial en el que se informó el inicio de una investigación interna, en el marco del canon 1717 del Código de Derecho Canónico. Este procedimiento establece que, ante la noticia verosímil de un posible delito, se debe realizar una investigación cuidadosa para determinar los hechos y sus circunstancias, protegiendo la buena fama de las personas involucradas.
“Lamentamos esta situación y nos unimos en la oración a nuestra madre, la Virgen María, pidiendo que nos acompañe de cerca en este tiempo”, finaliza el texto firmado por Eguía.
En medio del revuelo, el propio Romero se comunicó con sus allegados a través de un grupo parroquial de WhatsApp, donde agradeció el apoyo recibido y explicó que el obispo había tomado la decisión de emitir el comunicado de acuerdo con lo que establece el Derecho Canónico.
“Sigo fortalecido por las oraciones de ustedes y seguimos para adelante. Que Dios los bendiga mucho. Gracias por sus oraciones”, expresó en su mensaje.
El padre Romero, además de su labor parroquial, integra el Consejo Presbiteral y se desempeña como vicepresidente de Cáritas diocesana. Su presencia activa en iniciativas sociales lo había convertido en una figura muy valorada en la comunidad.
La investigación eclesiástica determinará ahora los pasos a seguir, tanto a nivel disciplinario como institucional, mientras la comunidad de Deán Funes atraviesa un momento de conmoción y espera una pronta resolución de los hechos.